CURITA 08 / ENE 02. 05

PARANOID ANDROID.

 

En Dr. Faustus, la monumental novela de Thomas Mann (acaso la más cerebrada de su autor) un personaje de segunda línea, un científico apenas bosquejado, Herr Lömmberg, pretendía haber descubierto bacterias vivas encerradas en meteoritos cuya edad había de contarse por millones de años. Si bien la idea es “inquietante”, su solidez está más cerca de un tímido  argumento de ciencia ficción que de un conocimiento puramente científico; sin embargo, demostrar la imposibilidad de que así fuera no es una tarea sencilla, puesto que es sabido que los gérmenes y células vivas soportan temperaturas, si no iguales, por lo menos vecinas al cero absoluto del espacio interplanetario. Las enfermedades contagiosas -aventuraba Lömmberg- ciertas epidemias como la peste y el vómito negro, no son probablemente de origen terrestre... Es más -y aquí perturbaba- la vida misma es casi seguro que no surgió en la tierra sino que es producto de inmigración. ¿Bacterias y gérmenes dispersándose por un planeta inédito; agentes externos infectando un sistema en formación; el Hombre como una enfermedad evolucionada al punto de encarnar el más perfecto y perverso ejemplo de entropía?

..Aún recuerdo lo que sentí cuando accedí a  esta idea que no por haber sido pasada por el filtro de la literatura fue menos angustiante: “amigo, sólo sos la “enfermedad” resultante de millones de años de adaptación en el Caos”. O dicho de un modo un tanto más simple: “amigo, tu abuelo sólo era un par de bacterias y gérmenes extraterrestres”... En fin... resulta complejo tratar de definir el concepto de entropía siendo parte del mismo... paradójicamente, lo que acabo de escribir es un buen ejemplo de lo que es la entropía. Los peces pueden “comprender” las corrientes submarinas y distinguir las zonas cálidas de las frías, pero jamás podrían “entender” el concepto de océano en su totalidad. Visto desde sus ojos, el océano les debe resultar “algo” infinito, ilimitado, sin comienzo ni fin... por suerte para ellos, sus dudas no pasan por estos sitios y únicamente se dedican a alimentarse y a reproducirse (me recuerdan a alguien...en fin) .Incluso la ballena, considerado como uno de los mamíferos más inteligentes de la tierra, pareciera no preocuparse mucho por estos menesteres... Aunque... ahora que lo pienso... ¿no son las ballenas las que año a año se “suicidan” a lo largo de las costas del mundo entero?

...Otro escritor, Philip k. Dick habla de entropía e inventa una palabra para designarla: “kipple”: John Isidore, el veterinario de robots de la novela que dio orígen a Blade Runner dice que, si nos descuidamos, nuestra casa se llenará de “Kipple”. Esa era la palabra que había inventado para nombrar a esos trastos viejos que uno no se atreve a tirar: regalos, folletos de viajes, revistas viejas, notas amorosas, envases vacíos... John Isidore sostenía que incluso cuando no hay nadie en casa, el “kipple” sigue reproduciéndose. Asombroso. Si se lo piensa bien, todo el universo (nosotros, un “kipple” constituido por una infinidad genética de “Kipple” dentro del gran “kipple” en expansión) tiende a la “kipplificación”... nuestra era, la era de la Información, bien podría explicarse con este concepto: como nunca los grados de “contaminación” informativa (sobre todo visual) están llenándonos la casa de “kipple”: ¿Por qué demonios mi mente recuerda que el nombre del perro de Susana Gimenez es Jazmín? ¿Por que sabe que el hermano de “Su” canta boleros de un modo espantoso? ¿Por que recuerda que el asesina-boleros fue la pareja de ... (ahora no me acuerdo. puedo ver su cara representada en mi mente. es rubia teñida. es del norte. tiene una tonada amigable. sé cuál es su nombre y antes que termine de escribir esta columna me voy a acordar puesto que he activado una cadena de “kipple”. Ahora recuerdo que ella lo llamaba “Pimpollo” (pronunciaba pimpolio) y que participo en un reallity Show con actores muertos de hambre. Camero. Borracho. Una mansión. Pileta. unos patos enfocados a las cinco de la mañana. Eda bustamante. Attaque 77. Punk argento. Ciro Pertussi. Erica García. Mollo. Natalia Oreiro. Echarri. Resistiré. Mi amiga momonca. su gato negro.¿Todavía vive con vos? Daniel, el gato mata-palomas de Noe y Elisa. Luz, la gatita negra de la Srita cascabel. mi guitarra tiene un cascabel. curitas pegadas. la columna se llama curitas. la foto encapuchado. el rifle remington. calor. vino tinto. cámara digital... sigo sin recordar el nombre de la modelo devenida en actriz. mi mente se llena de caras de modelos devenidas en actrices. una de ellas es deborah del corral. si digo deborah del corral anexada viene la imagen de cerati y una nueva rama se agrega al árbol. podría estar toda la vida jugando a este “flipper mental”. stop...  

Releo lo escrito y la mayoría de estos recuerdos son “klippe” televisivos. No todos. Yo no miro mucho lo que se llama “televisión abierta”. Veo películas. Y tampoco tantas. Sin embargo ahí está todo esta información que tengo acumulada. ¿Por qué? Les sugiero que lo intenten en sus casas. No puede fallar... No puede fallar. (Tusam optimista)... Esto me hace pensar dos cosas: una, que tengo la cabeza llena de mierda indeleteable y dos, que el fluir de consciencia planteando en el siglo pasado por los dadaístas primero y canonizado por James Joyce  en el Ulises después, ha quedado obsoleto por la contaminación informativa que llevamos sobre nuestros hombros... por la entropía de la cual somos víctimas y victimarios... y ahí no termina la cosa, es más, recién empieza... vivimos en un mundo caótico, dentro del cual existen pequeños “órdenes” que sirven a miserables (gigantescos) intere$es: es el caso de la comunicación y acá la entropía se transforma en una acumulación de ruidos que deriva en distorsión de sentido. Es como el colorario de la ley de Murphy: “si existe por lo menos una posibilidad de que algo se tergiverse, es seguro que alguien lo hará”...Los políticos sienten gran simpatía  por esta idea y suelen aplicarla cada vez que que se arrepienten  de un exabrupto, echándole la culpa a los periodistas. Son tantos los “Klippe” del “espectador” (en el futuro -y no tanto- el término ciudadano pasará a la historia)  que los esquemas mentales occidentales están previamente pensados y hechos como “chorizos”... Es, en definitiva, lo que dice otro amigo de la casa, William S. Burroughs a través de la boca del Dr. Benway en Naked Lunch cuando en la República de Anexia se pone en marcha el programa DT (desmoralización Total): los ciudadanos deben llevar encima una carpeta de documentos llenados en tinta evanescente, por lo que son continuamente arrestados por no tenerlos en regla y deben correr de una oficina a otra en un frenético intento de cumplir unos plazos imposibles. “Tras unos meses de este sistema, los ciudadanos se acurrucarán en los rincones como gatos neuróticos”-concluye el Dr. Benway... Yo sólo veo gatos neuróticos. Yo mismo soy uno de ellos escribiendo esto mientras afuera, en todo el mundo, están festejando el advenimiento de un nuevo año...  por cierto... ¿se han dado cuenta como “prendió” esta temporada el color “rosa” en las prendas de vestir femeninas (estoy tentado a decir en todo el mundo, pero me da la sensación que sólo funciona en la jurisdicción que se ha dado en llamar Mercosur) en MDP? ¿Casualidad?... No sé, amigos...si pueden hacerte desear una prenda de vestir de un color determinado, pues... lo pueden todo... entonces: ¿hasta qué punto lo que uno desea es lo que uno desea? Incluso aquellas personas que hayan comprando su prenda rosa argumentarán  a favor de su individualidad y se negarán a ser vistos y considerados como “ganado” y eso, claro está, es unos de los principios de la venta: el cliente debe sentir que el producto que paga ha sido pensando exclusivamente para él, la gran cosa... Como nunca vivimos en un mundo donde todas las ovejas del rebaño se sienten el lobo feroz ... y esa es justamente su victoria. ¿Y Cómo se explica tal fenómeno sin mencionar términos como publicidad subliminal, hipnosis tecnológica, agentes bioelectrónicos capaces de autoreproducirse ,   guardianes cerebrales implantados satelitalmente ,   en fin...ataques violentos sin violencia proferidos por el gran poder invisible: el poder biológico del Estado: el Ellos...

La explicación que el Dr. Benway  da de su primera medida (la de suprimir los campos de concentración, las detenciones en masa y -excepto en circunstancias especiales- la tortura) ofrece una síntesis conceptual del momento histórico que estamos atravesando: la dictadura de la democracia o la entropía direccionada: “Estoy en contra de la brutalidad -dice. No es eficiente. El sujeto no debe darse cuenta de que los malos tratos son un ataque deliberado contra su identidad personal por parte de un enemigo antihimano... Sometido a la decencia de una burocracia arbitraria e intrincada, será incapaz de hacer contacto directo con el enemigo.” El Dr. Benway habla del enemigo y está utilizando el término correcto. En nuestra cabeza se está librando la Tercera Guerra Mundial... y el objetivo de esa guerra es que  el campo de batalla (nuestra mente) quede totalmente arrasado para que el poder biológico del Estado pueda cultivar sus frutos. Unas líneas arriba les hablaba de moda de las prendas de color rosa... si bien es un ejemplo trivial del dominio mental que día a día se ejerce sobre nuestras vidas, de ahí a desear una vida de “comercial de jabón en polvo” (y direccionar toda una existencia a alcanzarla - léase: a pagarla) no hay mucha distancia... Han notado que todos los comerciales de TV apuntan a la insatisfación del espectador (ciudadano) recalcando aquellos valores inoculados previamente: dinero=poder belleza=poder, juventud=poder, etc... es perverso. Nadie se siente lo suficientemente lindo, ni lo suficientemente rico, ni lo suficientemente joven... ni se sentirá. Pero ahí están todos haciendo la cola en el supermercado para comprar un estúpido jabón en polvo y para seguir sintiéndose insatisfechos porque la vida no dura un minuto y medio sino ochenta años. Antes dije que era perverso: es Maquiavelico. Pregúntele a los publicistas (los verdugos que accionan la palanca de la guillotina moderna: la TV) quién era Maquiavelo y qué cosas decía en el siglo XVI en uno de los libros más peligrosos de todos los tiempos: El Príncipe. Las maestras se equivocan cuando les dicen a los niños que los libros no muerden. Los buenos libros nos arrancan pedazos enteros de nosotros. Malditos y encantadores perros hambrientos... y a aquí, en este tipo de libros o en esta columna llamada “curitas” o en la encantadora lista de supermercado que todos pegan en la heladera... se encarna la idea más perturbadora a la que he tenido acceso jamás: “El Lenguaje es un virus del espacio exterior”.Ocho palabras que valen por un libro de 300 páginas. Ocho palabras que podrían explicar millones de años de evolución. Ocho palabras como ocho tiros de cocaína 100% colombiana aspirados consecutivamente... y lo explica su autor (?) William S. Burroughs: “el lenguaje es un virus porque no ha sido creado por el hombre, sino que lo ha invadido y vive en él como un parásito; y es un virus -y no una bacteria u otro organismo- porque es algo no viviente que, al introducirse en un ser vivo, usurpa las características de la vida: puede reproducir sus cadenas informativas dentro del organismo y luego infectar a otros (el libro-perro rabioso);  puede incluso matar (y quién duda de que el lenguaje mata: después de todo qué es lo que lleva al cuerdo a volverse loco y a ambos al suicidio sino una serie de frases que giran interminablemente en la cabeza y no lo dejan vivir)”. Asombroso. Lo que cabe destacar es que no se trata de una metáfora, ni mucho menos de una comparación: es una verdad literal. Burroughs no dice que el lenguaje “es como” un virus: sino que el lenguaje es un virus altamente especializado, porque no sólo no es humano: ni siquiera es terrestre! En uno de los textos de The Soft Machine , presenta el momento en que el virus infecta a una tribu de monos y mata a la mayoría: los que sobreviven -por una conformación especial de sus órganos vocales- son capaces de vivir en simbiosis con el invasor y empiezan a hablar. Como en 2001, Odisea Espacial de Kubrick, es este elemento venido del espacio exterior lo que convierte al mono en hombre... Les parece una idea delirante, hija de una mente enferma. Bien.  Les resulta imaginativa y poética. Bien. Pero piensen que ahí están los virus de las computadoras -que son sin ninguna duda virus del lenguaje- que prueban empíricamente la exactitud de lo antedicho. Los semiólogos han señalado la preeminencia del lenguaje en la conformación del pensamiento humano; los psicoanalistas gustan repetir que el lenguaje informa nuestra psiquis desde fuera, que “somos hablados” por el lenguaje. Todos estos intentos no son sino balbuceos de lo que Burroughs expresó de manera mucho más clara y poderosamente.

En fin... Bacterias y gérmenes (Mann) ocasionando la vida humana o la enfermedad evolucionada ; “Kipple”  tras “Kipple” tras “Kipple” (Dick) abarrotando el universo de información estéril autoregenerativa; el lenguaje como un virus proveniente del espacio exterior (Burroughs) infectando a todos y a  todo... ya es una mezcla “heavy” y si a eso se le suman los siglos de manipulación cerebral como lo son los conceptos de religión y nacionalidad basados pura y exclusivamente en el miedo (Dios castiga, los extranjeros invaden, etc...) pues lo que tenemos es un cóctel por demás peligroso que sin lugar a dudas nos pegó mal y nos transformó en los protagonistas de lo que hoy podríamos llamar la mayor paranoia colectiva de la historia de la humanidad: el Ellos y su poder biológico de control. Ellos son el enemigo; Ellos son los que regulan la economía; Ellos son los que hacen las guerras; Ellos son los que deciden el rumbo de las naciones; Ellos son los que están mal; pero Ellos... no existen. Ellos somos nosotros... nuestras pesadillas. No hay un plan maestro. Sólo hay miedo y confusión y entropía... No estaba nada mal aquella idea de Thomas Mann : la vida como resultado de gérmenes y bacterias encerradas en meteoritos que se empareja con la de William S. Burroughs: el Hombre como una enfermedad evolucionada proveniente del espacio exterior. ¿Han visto alguna vez la caótica expansión de un virus a través de un microscopio? ¿Han visto alguna vez las filmaciones aéreas de una bomba atómica impactando una ciudad?...Por cierto, la modelo devenida en actriz era Gisella Barreto. Malditos “Kipple”!!

 

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