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CURITA 31 / JUN 12. 05

50 RAZONES POR LAS CUALES NO 

ME MATÉ ESTA SEMANA.

 

 

1) Porque me gusta escribir. O, como diría el escritor español Julián Ríos en su novela “Larva”: me gusta escrivivir. (Nota: sobre todo entre las 5.00 y 10.00 hs. Las horas de lo posible, de la lucidez. Cuanto peor está el clima afuera, mejor  estoy adentro. Soy más efectivo en la hostilidad. Masoquista. Después de las 10 de la mañana todo parecería adoptar un carácter de “irreversible”. Aunque ahora que lo pienso también me gustan las horas que van desde las 16.00 a las 20.00 hs y desde la 1.00 a las 3.00 hs. Turno mañana, Turno tarde y Turno noche (ja!) el héroe de la clase trabajadora  justifica su torpe existencia).

 

2) Porque soy mucho menos de lo que la gente cree, pero mucho más de lo que la gente piensa.

 

3) Porque que aún no conozco Australia. (Nota: tengo la sensación de que Australia es el futuro. Europa está vieja y superpoblada. Cuando el mundo se hunda sólo quedará la gran Isla. Toda Oceanía me parece una tierra “fantástica”. No me sorprendería ir y encontrarme con  dinosaurios domesticados y con extraterrestres paseando en las bolsas de los canguros).

 

4) Porque me gusta releer  Moby Dick. (Nota: en especial el capítulo LXXXIX, Pez amarrado y pez suelto).

 

5) Porque aún me gusta abrir los ojos cuando los cierro para ver a Natalia Marioni viéndome llegar a su casa. Nadie nunca volvió a mirarme como lo hizo ella. Ni siquiera ella. (Nota: ésta sería una buena razón para hacerlo. Huele a “condena”. Y lo es. Sin embargo, apelo a la poesía, al gran Fernando Pessoa: “...El que fui aún la sigue amando...”  Ciertamente es un verso que conmueve por su precisión temporal a la hora de definir un sentimiento presente... Pero el que soy, ya no ama. Ni siquiera a ella. Y eso es liberador. Soy afortunado, el Amor es algo que le ocurre a los demás. El Amor es el otro. Muchas veces he eludido escribir su nombre, pero para ustedes es sólo eso: un nombre. Además, éste es uno de los grandes problemas del lenguaje. Cuando yo escribo Natalia Marioni no quiero decir Natalia Marioni. Borges tiene un cuento (Funes el memorioso) donde el protagonista no puede entender (y le molesta) que el perro de las tres y catorce (visto de perfil) tenga el mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (visto de frente). 

 

6) Porque si lo hago ganan los mierdas y las fotocopias de 10 ctvs. Esos miles de forros y forras que han despojado a la vida de la fuerza, el hedor, el color y la fiereza que le confieren sentido.

 

7) Porque me gustan los gatos. Me gusta verlos moverse a mi alrededor y verlos dormir. Un gato es un maestro Zen.

 

8) Porque aún hay días en los que me siento tan alto como un edificio. Incluso sin drogas.

 

9)Porque aún estoy planeando el gran escape.

 

10) Porque me gusta tocar la guitarra y cantar con mis amigos. También me gusta hacerlo solo.

 

11) Porque aún no he leído todos los libros que importan.

 

12) Porque me gusta tomar alcohol y fumar y hablar con personas interesantes.

 

13) Por que me gustan las películas de Ciencia Ficción de los años 50’.

 

14) Porque me gusta Bach y Beethoven. (Nota: me gusta medir mi estado anímico según sus nombres. Hay días en los que me siento 100%  Bach con el universo y otros en los que me levanto hecho un  Beethoven de dos colas).

 

15) Porque me gusta ver los cuadros de Edward Hopper. (Nota: me gusta la sensualidad de Oficina en la noche, el silencio y la luz de Oficina en una pequeña ciudad, la soledad de Automat, la magia melancólica de Nighthawks, el bosque de Atardecer en Cape Cod y el erotismo luminoso de Interior (Modelo leyendo) entre otras. La obra de Hopper  tiene un detalle por demás curioso. A medida que avanza en el tiempo, los paisajes urbanos van ganando protagonismo en sus cuadros y los hombres (los inquilinos de la realidad), poco a poco, desaparecen. 

 

16) Porque me gusta comer carne de vaca y cabezas de cerdo y conejos y pescados y aves. (Nota: intuyo que la carne humana debe ser deliciosa, un manjar digno de Dioses. La religión que predomina en occidente (el cristianismo) está fundada en la antropofagia: cuerpo  y sangre de cristo. Según los testimonios bíblicos del segundo cuaderno sagrado de Malaquiades Yperión (convenientemente “traducido” del hebreo antiguo al latín en el siglo I por la denominada secta de los setenta), el origen de la “misa” tal y como se practica en la actualidad tuvo lugar en el monte del Calvario ante cuatro “dobles” de Jesús y un reducido grupo de discípulos. Luego de haber sido ejecutado según las leyes del Imperio romano (flagelado, obligado a cargar el tronco de un árbol y finalmente clavado en una colina), el Rey de los Judíos fue comido y bebido por sus dobles, quienes, según lo planeado por los discípulos (entre ellos el apóstol Pablo), no tardaron en asumir la continuidad de su líder en ellos. No sólo se parecían físicamente,  sino que, literalmente, lo llevaban dentro de sí. Esta fue la primera comunión de cuatro hombres que a la vez eran uno. Uno, que después de tres días y tres noches, pudo ser visto en el Norte, en el Sur, en Este y en el Oeste realizando el mayor de  los milagros posibles: volver a la vida y ser cuatro veces inmortal. La Vulgata, la traducción latina de los textos hebreos del Antiguo y del Nuevo testamento, la que se lee en las iglesias todos los domingos, la que en este preciso momento se está leyendo, sólo dice que Jesús murió y que el tercer día resucitó entre los muertos. 

The History of Translation, by Philip C. Liemann, London, 1911. 

 

17) Porque me gusta ser quien pienso que soy. Creo.

 

18) Porque aún espero mucho de mí.

 

19) Porque soy mi “As” bajo la manga. (Nota: es muy importante que aún continúe teniendo este sentimiento de “última chance”. Sé que en caso de incendio aún tengo un vidrio que romper).

 

20) Porque me gusta mirar el cielo estrellado en invierno. (Nota: me gusta Sirio y la constelación de Orión. Pero mis favoritas son la Pléyades. Desde la tierra sólo se pueden ver siete, pero en realidad  son miles. Las Pléyades son un cúmulo de estrellas. Me gusta pensar que las personas somos como las Pléyades. Me gusta, pero me cuesta.

 

21) Porque odio la idea de terminar metido en un cajón a tres metros bajo el suelo. (Nota: este es un tema importante. Si me matará afectaría emocionalmente (y económicamente)  a un par de personas. No a muchas. Trámites, dinero, lágrimas, etc. Si bien éste par de personas encuentra cierto tipo de placer en el sufrimiento, mi muerte sería verdaderamente un contratiempo. He hecho mis averiguaciones y es prácticamente imposible morirse en paz. Las leyes no piensan en el suicida y en sus deseos. Por ejemplo: si uno quiere irse a morir a un lugar bello, lejos de todo y de todos, si bien puede hacerlo, no faltará quién encuentre nuestro cadáver y haga el maldito llamado telefónico: hola, policía? bla bla bla. O.K, quien nos encuentra, tal vez piense que somos el resultado final de un crimen no resuelto y se sienta intimidado y nos arruine el último acto. Por eso joven suicida que lees estas Curitas si vas a hacerlo en algún lugar alejado, no olvides llevar un revólver, una pala y una bella carta escrita de antemano dirigida a quien te encuentre, donde le rogarás que no llame a nadie (no estaría mal dejarle unos pesos) y que te entierre y que se olvide del asunto. Pero ni siquiera así está garantizado el perfecto “olvido”. MUERTE & Cía. es una empresa que alimenta a muchas, pero muchas bocas. (Hola Sylvia!).

 

22) Porque no sería práctico. (Nota: lo digo de esta manera: estoy en la fiesta más aburrida del mundo y son las cinco menos veinte de la mañana. Mi colectivo pasa a las seis.  Me tomo un trago, espero a que se hagan las seis menos diez y luego me voy).

 

23) Porque me gusta tomar mate y comer pan con manteca. (Nota: la manteca debe derretirse en el pan, gotear).

 

24) Porque quiero escuchar el disco solista de Billy Corgan.

 

25) Porque aún tengo que terminar de escribir mi gran novela.

 

26) Porque siempre que estoy a punto de hacerlo pienso que va a ocurrir alguna catástrofe mundial en la que me hubiese gustado estar presente. (Nota: imaginemos a todas aquellas personas que se suicidaron el 10 de septiembre de 2001. ¿Por qué lo hicieron? ¿Hastío? ¿Soledad? ¿Marginalidad? ¿Desamor? ¿Aburrimiento? ...Si hubieran esperado 24 horas no lo hubieran hecho. Estoy seguro. Las personas de principios de milenio sufrimos de “envidia histórica” por haber llegado tarde a todos lados. Llegamos tarde a Piccaso y a las vanguardias artísticas ( modernismo,  futurismo, dadaísmo), a Freud, a las dos Grandes Guerras, a Auschwitz, a Hiroshima, al rock & roll, a la Luna, a Jimmi Hendrix, a la Guerra fría...  hasta el 2001 sólo podíamos “enorgullesernos” del sex-shop que representó (y aún representa) Internet con su multiracial oferta de conchas, tetas, culos y pijas provenientes de todos los rincones del mundo. Una conversación imaginaria en el cielo sería así:

Ralph- Yo escapé de un campo de concentración nazi  y después de comerme a mis mejores amigos (estaban muertos) viaje de polizón a los EE.UU donde me uní al ejército que lucho en Korea. Luego me jubilé y viví cerca de Cabo Cañaberal. Aún recuerdo el despegue del Apollo XI. Es un pequeño paso para el Hombre, pero... ah! siempre me olvido la última parte... como sea... ¿Y vos?

Pancho- Yo... eh... pertenecí a la primera generación que utilizó Internet y... navegué en el “Cyber-espacio”. Mucho.

Pero eso a cambiado desde el 11 de Septiembre de 2001. Las Torres Gemelas no serán Hiroshima, pero algo es algo, ¿no, amigos? Seamos optimistas. Siempre puede ocurrir algo peor.

 

27) ¿Porque en el fondo no me importa?

 

28) ¿Porque en el fondo me importa demasiado?

 

29)  Porque me encanta estar solo y encerrado en mi habitación, entre mis libros, escribiendo, tomando vino, aporreando el teclado, fumando, mirando a través de mi ventana, a un paso de mi cama, pensando en Maquiavelo, desbaratando el tiempo, irrealizándome, fornicando imaginariamente con Emma Bovary y acabándole en la cara. (Nota: entre mis fantasías masturbatorias también están Marlene Dietrich, Juana de Arco, Eva Braun, Sylvia Plath, María Antonieta, Lady Machbeth, Lolita y Valeria. (Nota de Nota: Valeria es una anciana que atiende un kiosko que vende bebidas alcohólicas después de las 23.00 hs. Cada vez que le voy a comprarle me la imagino con veinte años, borracha y hermosa y enamorada de mí).

 

30) ¿Porque soy un hombre sensato?   

 

31) ¿Porque estoy loco como una cabra? (Nota: Creo que aún no estoy loco. O, mejor sería decir: No estoy loco. Pero esa negación, afirma. En fin... tengo mucho miedo de “volverme” loco. La idea me fascina y ... punto por favor. Otra razón por la cuál no te mataste esta semana, Remington. Ya!!

 

32) Porque soy cobarde. (Nota: no voy a caer en la perogrullada de que un suicida es “valiente” y a la vez es “cobarde”.

 

33) Porque soy valiente. (Nota: ídem nota 32).

 

34) Porque mi gato se puso de novio con uno de mis pull-overs y mantiene relaciones sexuales a toda hora y en todos los rincones de la casa. Mi gato es un pre-adolescente y me da mucha ternura verlo “serrucharce” a mi pull-over. (Nota: también me asusta sentir esta especie de sentimiento “paterno”. ¿En el fondo quiero ser “Padre”? No, No y No. Los niños no deben tener niños).

 

35) Porque aún tengo “esperanza”. (Nota: La “esperanza” es cristiana. Es nociva y es, creo yo, imposible de “desactivar” de nuestra mente sin sufrir las consecuencias. Aún no estamos preparados para vivir sin “esperanza” (que no es lo mismo que vivir “desesperanzado”)... Pero sí... Espero. La pregunta es ¿Qué?

 

36) ¿Porque me gustan los finales trágicos holliwodenses y no los de cine argentino?

 

37) ¿Porque me gusta creer que hay alguien a quien le importan estas “curitas”?

 

38) ¿Porque aún no me ha pasado nada?

 

39) ¿Porque ya me pasó todo?

 

40) ¿Porque lo voy a hacer cuando tenga la crisis de los 40?

 

41) Porque soy Contreras. (Nota: parece un chiste, pero es así. Literal. Mi apellido materno es Contreras).

 

42) Porque tengo una amiga que se llama Noelia que tiene una de las mentes más fascinantes que he conocido. (Nota: a ella le gustaría sacársela, lavarla con jabón neutro, colgarla al sol y luego volver a ponérsela para ser “normal”, para ser como “todas”. ¡¡Pamplinas!!. Si este mundo tiene algún sentido es por mentes como las de ella o como la mía... (Nota de Nota: quien busque falsa modestia por favor prenda el televisor, escuche la radio, lea los diarios, vaya a las escuelas y a los trabajos o a la salida de los cines o, simplemente, mírese en el espejo: todos nos creemos la gran cosa. Los tontos, los de mal gusto, los grasas y los caretas, los que escuchan pésima música y se visten mal, en definitiva, los “boludos”, siempre son los otros. Pero (y me cito, disculpen mi nula modestia) “todo el mundo es el tonto de alguien”)        

 

43) ¿Escribí ya que me gusta mucho, mucho escribir?

 

44) Porque que aún creo en la Literatura. (Nota: creo que esta es la razón fundamental. No “imagino” mi vida sin ella. Y no es una frase. Mi vida sería tan, pero tan , pero TAN “nada” sin ella).

 

45) Porque aún me gusta bailar “swing” conmigo mismo en mi habitación. (Nota: es una costumbre copiada al pintor holandés Piet “Loreal” Mondrian, quien le sacaba chispas a sus tamangos mucho antes de que Billy Idol y su Dancing with myself  hubieran nacido.

 

46) Porque me gusta la Vida. (Nota: maldición, lo dije).

 

47) ¿O me gusta sufrir?

 

48) Porque todo es una “#&$&”# y me encanta revolcarme en la %($&”%@ con esta hermosa humanidad de &($=@$”# destinada a la $/%@”#%.

 

49) Por este poema de T.S. Elliot:

 

No dejaremos la exploración

Y el final de nuestro explorar

Será llegar al punto de partida

Y conocer por vez primera ese lugar.

 

50) O por este otro, de William Blake:

 

Quien se ata a un placer

Destruye el vuelo de la vida;

Pero quien le envía un beso cuando se aleja

Vive en el alba del sol de la Eternidad. (Nota: este es un poema que me ha salvado la vida en más de una ocasión. La ha salvado y la ha enriquecido. No sólo la vida puede ser un “vicio”; también la Muerte tiene esa cualidad... Les envío un beso. Afuera brilla el sol y tengo deseos de volver a ser inédito y dorado.

 

 

 

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